Cómo las creencias de los padres afectan la relación padres-hijos, explorando a través de un caso práctico los desafíos en la comprensión del desarrollo infantil y la importancia de entender las diferentes etapas de desarrollo de los niños para una crianza más efectiva.
Por Edwin Camilo Parra – Psicólogo Familiar
Las creencias de los padres limitan la comprensión del desarrollo de nuestros hijos e hijas, esto ocurre cuando se reduce la capacidad de los niños, las niñas y los adolescentes y los convertimos en personas carentes de conocimiento y de entendimiento.
Los ignoramos y los empezamos a ver como seres que tienen incapacidad de aprender, pero tiene una gran oportunidad de cometer errores. Orientan a sus hijos con temor y desconfianza, porque los ven incapaces de desenvolverse en su entorno.
Lo anterior nos debe dar la oportunidad de cuestionar y observar que la etapa de desarrollo en la que se encuentran los lleva a percibir su entorno de una manera diferente a la de los adultos. Esto ocurre por una razón y lo vamos a observar con un ejemplo. A los 3 años el y la niña buscan la forma de construir su realidad a través de un lenguaje expresado en símbolos que evidencian sus necesidades más inmediatas, estas son acompañadas por emociones que pueden llegar a no controlar y que pueden desatar la rabia de sus padres.
Imaginemos que el niño entra a un almacén de peluches y su padre le dice solo vamos a ver, pero no vamos a comprar, el niño aparentemente acepta, al caminar se da cuenta que los tiene a su altura y los puede palpar, luego de un recorrido van a salir y el niño no desea soltar uno de estos peluches y su padre le dice que habían quedado en que solo iban a mirar y que deben irse del almacén.
El padre empieza a darse cuenta de que su hijo entra en tensión, empieza a llorar y se tira al suelo, su padre voltea a ver a su alrededor y se son roja, le dice a su hijo, “Por qué te cuesta entender que nada de eso es tuyo, contigo jamás se podrá, estoy cansado que me avergüences y que me hagas comprarte todo lo que pides”
Esta historia nos evidencia que el padre desea que su hijo de tres años le de el mismo sentido e interpretación que el le da a la experiencia de ingresar a un almacén de peluches, el padre por su edad sabe que hay normas en el establecimiento, su hijo esta aprendiendo las normas que socialmente se han establecido, en este caso las existentes en un almacén de ventas de peluches.
La edad del niño lo lleva a explorar el lugar y a darse cuenta de que los peluches están a su alcance, lo que lo hace asumir que pueden ser para él. Esto lo lleva a distorsionar lo dicho por su padre, ya que el niño empieza a poner en práctica lo aprendido dentro de su casa donde posiblemente adquiere lo que está a su alcance. por ende, asume que en todos lo lugares puede actuar igual.
Una tercera parte es cuando su padre le dice, siempre me avergüenzas, esto quiere decir que es una práctica que se ha podido presentar de una forma similar en otro momento, en la cual el padre cede a las demandas de su hijo por vergüenza. Esto lleva a que el hijo empiece a darle un sentido a la experiencia, interpreta que al incrementar el llanto su padre cede a sus demandas, por lo que lo va a repetir cada vez que pueda.
Por último, vemos un padre que considera que su hijo no será capaz de aprender a seguir normas establecidas, por lo que lo lleva a caer en una resignación que provoca que su respuesta sea el satisfacerle sus demandas.
En consecuencia, se crea una historia que cuenta con experiencias repetitivas llevando a que el miedo se apodere del padre. Esto genera que se actúe a favor de generar ya sea una relación distante o conflictiva. Provocando aumentar el estrés y la ansiedad de no encontrar la respuesta correcta.
Estas experiencias generan significados que se interiorizan y forman creencias que determinan el tipo de relación parental, provocando incomodidad y sufrimiento. La paternidad no se vuelve algo que se quisiera seguir asumiendo, por lo que una de las soluciones inicia por distanciarse y aplicando una pauta de crianza basada en la permisividad.
Si quieres evitar esto debes entender que tus creencias se dan a partir de la vivencia de cada experiencia y esta o puede guiarte a que abandones a tu hija o te acerques y veas la mejor solución.
Esta solución inicia a partir del conocimiento de las herramientas que estas aplicando, como la forma en que le hablas a tu hija, las actividades que realizan, los límites que establecen dentro y fuera de la casa, las relaciones y los roles que asumen cada uno de los participantes de la familia.