El desarrollo de la persona cuenta con la participación de factores influyentes que tienen los sistemas sociales y familiares en el comportamiento del adolescente, como la manera de vestir, de actuar y de pensar.
Por Edwin Camilo Ardila Parra – Psicólogo Familiar
Desde el día del nacimiento el ser humano es un ser sexuado, ya que en el transcurrir de su ciclo vital este empieza a construir su identidad. Inicialmente reconociendo sus partes del cuerpo, lo que lo llevara a identificarse en relación a su sexo (hombre, mujer) posteriormente, con las distintas interacciones y experiencias, este se empieza a reconocer en cuestión a un género, entendiendo este como las normas sociales impuestas por un contexto.
Así mismo al transcurrir el tiempo este empezara a preocuparse por como desea ser reconocido por los sistemas de interacción en los cuales participa diariamente.
La adolescencia siendo la etapa de desarrollo donde se marca con más intensidad estos deseos; pero sin desconocer que la identidad no es trivial, o sea no se puede determinar de una manera precisa para todos los casos. Ya que esta puede generar cambios en el trascurso de la vida.
La sexualidad actúa en relación a los límites del sistema familiar a nivel intersistemicos y extrasistemicos, debido a que esta relación va determinar una influencia en las decisiones que toma la persona, ya que va estar en constante presión por las dudas que surgen de cómo va ser percibida su manera de actuar, por los estigmas y estereotipos establecidos al sexo, género y orientación sexual frente a la sociedad.
Por consiguiente la persona empieza a reconocer gustos, tipo de amigos con los que quiere compartir, forma de vestir y temas que quiere seguir y aprender; esto genera una transformación de sus creencias.
Así establece esquemas de pensamiento que actuaran como bases para el establecimiento de metas a corto, mediano y largo plazo.
Normalmente en la infancia y en la adolescencia aparecen ideas de como la persona desea verse en el futuro, por ejemplo en la niñez se observa que en edades entre los 4 y 6 años normalmente refieren características de su sexo, impuestas por el pensamiento sociocultural, algunos ejemplos son:
Bomberos, policías, doctores, astronautas, futbolistas, en el caso de los hombres y las mujeres expresan de manera recurrente como, quiero ser enfermera, cantante, modelo, profesora, etc.
En edades posteriores, de 6 a 12 años los niños empiezan a comprender que él sexo no determina siempre los gustos de sus actividades. Por ejemplo se oye en los hombres que quisieran ser enfermeros o cantantes, al igual que las niñas pueden querer ser policías o en algunos casos futbolistas.
Así mismo se percibe en la adolescencia, pero con la diferencia que en esta etapa la rebeldía incrementa debido a un deseo de obtener mayor independencia, las personas tienen una fuerte necesidad de mostrar quiénes quieren ser en la actualidad.
Por lo anterior el adolescente de acuerdo a los conocimientos aprendidos en el transcurso de su ciclo vital, empieza a discernir de lo que más les gusta, por tal motivo es que observamos que se identifican con respectos a las subculturas, a la música, a la academia etc.
Por tal motivo es importante ayudar al adolescente a guiarlos en esta etapa frente al proyecto de vida. Ya que este es entendido como un factor decisivo en la vida del ser humano.
Debido a que “es importante saber que tu desarrollo personal y el compromiso con tu futuro dependen de diferentes factores que han influido desde mucho antes que tu nacieras; para que tú seas, lo que eres… hasta hoy; y lo que mañana serás.” (Morlan S. Perez M. 2002. pag 1.).
De este modo es pertinente pensar que el desarrollo de la persona cuenta con la participación de factores influyentes que tienen los sistemas sociales y familiares en el comportamiento del adolescente, como la manera de vestir, de actuar y de pensar.
Ya que como planteaba Burr en 1955 “la identidad y el self se construyen socialmente a partir de elementos culturales como el lenguaje, las disciplinas científicas y los discursos ideológicos. La identidad y el self no corresponden a la naturaleza de cada individuo independiente de su relación con otros en un contexto sociocultural específico, razón por la que este autor enfatiza en la influencia de las instituciones sociales sobre la identidad de las personas”. (Ospina y Gallo; 2011).
Por lo anterior estas influencias van a determinar el grado de interés o desinterés del adolescente, por lo que es importante que se le muestre a este, una relación donde el punto de vista que tiene sobre sus experiencias son igual de importantes a la de los demás, así se lograra que él adolescente fortalezca su crítica y autocrítica sobre los temas en los cuales se involucra, así mismo estos factores actuaran como parte de su resiliencia, en el afrontamiento de sus conflictos.
Ya que no se puede pasar por alto que “El modo narrativo sitúa a la persona como protagonista o como participante en su propio mundo. Es un mundo de actos interpretativos, un mundo en el que volver a contar una historia es contar una historia nueva, un mundo en el que las personas participan con sus semejantes en la «re-escritura», y por tanto en el moldeado, de sus vidas y relaciones.” (Epston D. White.M 1993.Pag 93)
De esta manera se podrá llegar al entendimiento de cuestionamientos como: ¿por qué este adolescente, habla y actúa de esa manera? ¿Yo nunca fui así, él por qué lo hace? ¿Qué le pasa, se viste tan raro? ¿Ahora se volvió loco? ¿Esos libros le están haciendo mal?
Cuestionamiento y dudas que solo van a lograr no entender que ese hijo o adolescente le da un significado distinto a sus experiencias y es esto lo que va motivar la construcción de su realidad.
Referencias
- Carr & Allan. (1998).Michael White\’s narrative therapy. ed.Springer Verlag. DOI. 10.1023/A: 1021680116584 Recuperado de:
http://irserver.ucd.ie/bitstream/handle/10197/5448/Michael_White_1998x.pdf
- Morlan S. Flores M. Pérez M. Nava M. López J.(2002). YO, mi proyecto de vida. Panorama Editorial. México. Recuperado de:
- Ospina A & Gallo L. (2011). Intervención sistémica: cambio de narrativas de identidad en un centro de atención infantil. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud. Recuperado. 25-02-2017 http://www.scielo.org.co/pdf/rlcs/v9n2/v9n2a23.pdf
- White M. Epston D. (2003) Medios narrativos para fines terapéuticos. Paidos Iberica S, A. Barcelona.