Por Edwin Camilo Parra – Psicólogo Familiar
Los pensamientos en momentos de euforia, depresión, tristeza, rabia, dudas y decepción, son los únicos acompañantes que posiblemente se tienen en las crisis de pareja sea cual sea. Tanto así que se muchas veces los celos se convierten en nuestro amigo más fiel.
Por lo anterior, no hay que olvidar que no todos son los amigos que esperamos; algunos también nos pueden llegar a causar tanto daño que nos hacen tomar decisiones que van a fomentar o a potenciar el sufrimiento que nunca quisimos que apareciera.
En esta parte de nuestro artículo quiero invitarlos a entender los pensamientos mencionados al inicio, como aquel amigo que nos puede llevar a evidenciar un sufrimiento excesivo cuando nuestro amante no se encuentra junto a nosotros.
Esta satisfacción llega a ser duradera tan solo unos meses o bueno, en algunas parejas se logra 1 o 2 años, pero luego empieza aparecer nueva mente nuestro amigo de crisis preguntándose. ¿cómo consigo la libertad?
En consecuencia, aparecen de manera inesperada una lluvia de estrellas que se habían conocido, y caen con tanta fuerza que nos lleva a vivir un cataclismo que no estaba en nuestros sueños, que nunca imaginamos que podría pasar, y todo porque nuestra pareja tomo una decisión que terminó en una acción que podríamos llamar como traición, engaño, infidelidad, mentira, etc; infinidad de palabras que podemos expresar para hablar de cómo nuestra pareja quiso que existiera un tercero en nuestra relación de pareja.
Plutchick (1987) describe los celos como \»una emoción mixta o mezclada constituida por otras dos emociones básicas, miedo y rabia” (Lucy M, Raquel R, Gisela S, Lilia L, pag 26)
En consecuencia, los celos aparecen cuando nuestros pensamientos empiezan a valorar el tipo de relación que tenemos con nuestra pareja, recordando y manifestando experiencias agradables y desagradables que se desarrollaron dentro y fuera de nuestra vida.
Es decir que podemos recordar una experiencia con nuestra familia o con nuestra pareja que nos lleva a dudar en que tan comprometida está nuestra pareja con la relación de noviazgo o de matrimonio, o si estará pensando en encontrar otra persona que tenga lo que nosotros no le podemos ofrecer.
Son cuestionamientos constantes que se realizan las personas que manifiestan algún tipo de celos, para entender algunos de los causantes de esta emoción mixta imaginemos a nivel individual una persona que vive su tercer matrimonio, el cual es estable, pero que ha empezado a percibir la manifestación de emociones como la rabia y el miedo cuando su pareja sale a su lugar de trabajo, a verse con algún amigo o amiga, sale de paseo, reuniones, etc; ella empieza a recordar las infidelidades de sus exparejas y ésta duda la lleva a tener llamadas recurrentes a su pareja para que le diga con quién y en dónde está.
Así mismo podemos hablar de como aparecen las dudas por medio de experiencias externas, un recuerdo de la situación que vivió su amiga o compañera de trabajo, cuando ellos vivieron la experiencia del divorcio causado porque una infidelidad.
Por lo tanto, al permitir que nuestros pensamientos nos dominen, podemos hacer interpretaciones erróneas del actuar de nuestra pareja, ya que no quiere decir que por no haber contestado un mensaje o una llamada es porque no quieren hablar o compartir o que están en plan conquista con su secretaria o con su jefe.
Por lo que nuestras dudas empiezan a ser acompañadas de la comparación y de la valoración interna que tenemos de nosotros mismos.
En consecuencia la persona empieza a sentir ansiedad y estrés que puede terminar mas allá que una reacción física, si no que esta puede llevar a las personas a expresar la rabia y el miedo a la perdida por medio de insultos, de violencia física, emocional y destruyendo algunos de los límites establecidos, por ejemplo se traspasa la privacidad de su pareja.
Cinco consejos para evitar los celos en pareja.
- Al iniciar la relación hay recordar que las personas son diferentes y que toda relación es distinta la una de la otra.
- Mantener la autoestima estable, generando una valoración de sí mismo, observando nuestras cualidades.
- Aceptar que cada persona tiene características diferentes y evitar que los estereotipos construidos socialmente nos lleven a compararnos y evaluarnos si somos mejores que otros.
- “Espacio libre de celos “se trata de programarnos un tiempo específico en el día, donde vamos a decirnos que no vamos a sentir celos y buscaremos las herramientas necesarias para el control emocional, se puede empezar dedicando veinte minutos y seguidamente con su efectividad se aumenta el tiempo.
- Generar acuerdos con la pareja sobre gustos y disgustos de cada uno, así se entenderá que se debe apuntar a un crecimiento y fortalecimiento de un proyecto de vida a nivel individual y otro a nivel familiar o de pareja.
Hay que estar muy atentos a cualquier señal que nos indique que tenemos un problema de celos, debemos observar patrones anteriores en nuestras relaciones y estar muy pendientes de las reacciones ante hechos en los que la desconfianza prima.
Los celos son alago que podemos trabajar para tener relaciones más saludables, nuestro equipo de Psicología y Familia está disponibles para ayudarte si crees que tú o tu pareja tienen un problema de celos crónico.