La infidelidad de pareja, un dolor que se puede evitar


La infidelidad es una herida que cuesta cerrar, por eso es importante trabajar en la relación para evitarla.


Por: Edwin Camilo Ardila Parra – Psicólogo Familiar

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La vida se rige en algunas situaciones bajo los supuestos de formar una familia y mantenerla hasta el último día de nuestras vidas, en décadas pasadas esto si ocurría, ya que creencias dogmáticas, lograban mantener por más años las relaciones sin importar las dificultades experimentadas en el transcurso del ciclo vital.

Por muchos años la infidelidad ha sido una dificultad que termina en discusiones, agresiones verbales y porque no, en violencia física, emocional y psicológica, debido al grado de afectación que puede conllevar palabras surgidas en la aceptación de la infidelidad por ejemplo. “tú me obligaste o eres la culpable por no dedicarme tiempo.” “eres la peor persona del mundo, te tengo asco” “mírate en un espejo estas fea/o no te cuidas, eres gorda/o y/o vieja/o”   “merezco algo mejor que tú” “no entiendo porque me metí contigo si nunca lo había anhelado”

Esta infidelidad y  frases pueden ser más graves incluso que un golpe, ya que estos dejan una marca y en días desaparece, pero estas palabras o frases pueden llegar a perdurar por años o en algunas personas de por vida.

Lo anterior causa problemas en el establecimiento de relaciones interpersonales y conyugales, ya que actúan como relatos dominantes la desconfianza y barreras interpuestas por una experiencia de dolor, como es la agresión verbal.

Además afecta la autoestima de las personas, ya que estas crean a través de los significados establecidos a la experiencia vivida una valoración de desaprobación de sus valores, sueños, características físicas y relaciones interpersonales.

Así mismo se puede observar ansiedad, depresión, inestabilidad emocional, baja productividad en áreas laborales, académicas, conductas antisociales entre otras.  

Estos efectos son desarrollados debido a que el ego se manifiesta de manera inusual, esta vez cuestiona por qué no logro tener el control de la situación, cuando posiblemente daba todo por que funcionara la relación, dejando años, personas, trabajos y cosas que le producían placer y gusto,  todo por mantener firme la relación y la familia que tanto deseó, cuestionamientos que desatan los síntomas anteriormente descritos y por ultimo complicando la transición de un duelo normal y por el contrario es visto por la persona como un cataclismo emocional.

¿a qué se debe la infidelidad?

Las relaciones de pareja desde su inicio pasa por un cortejo o conquista el cual normalmente solo muestra la parte agradable de las personas, este reconocimiento es interiorizado y es cual va manifestar el deseo de continuar interactuando con aquella persona que nos ofrece protección, recreación, innovación, satisfacción de una necesidad sexual, cariño y compromiso por cuidar, proveer dinero y ayudar a cumplir todas aquellas metas establecidas en un proyecto de vida.

Cualquiera de estas es la que va crear el interés por continuar una relación de pareja, asimilando y acomodándose a las creencias y costumbres que se van destapando en el transcurso de la relación.

Es por este motivo que en la nidificación o en la decisión de vivir juntos, las relaciones empiezan a sentir cambios a nivel emocional y relacional; ya que es en esta etapa donde la pareja se va conocer tal y como son y esto puede llegar a apagar aquel ideal que se tenía, de una familia perfecta basada en la colaboración, el éxtasis sexual, imaginando la casa como un escenario que permitirá el desarrollo de fantasías,  por la libertad y la privacidad que este ofrece bajo efectos de la imaginación.

Lo anterior sucede ocasionalmente, pero al transcurrir el tiempo deja de pasar y de manera mecánica, se crean hábitos que distancian la pareja como el trabajo, la ocupación de los hijos, aseo y organización de la casa, y así mismo lleva a olvidar metas y objetivos individuales por medio de la dependencia emocional a su pareja;  por tal motivo deja de existir un amor consumado, el cual para Sternberg, lo conforma la intimidad, el deseo y compromiso; pasando a ser un amor vacío el cual solo lo mantiene el compromiso, y es donde la infidelidad aprovecha la oportunidad de aparecer en la relación.   

Por un lado la infidelidad aparece en el amor vacío porque la persona desea nuevamente experimentar la etapa de conquista, donde su ego se fortalece por los elogios de una persona externa a su hogar y como esta llega a presentarle nuevamente una ilusión de entendimiento y complementariedad, debido a que este se presenta como víctima de su pareja, dándole a entender a su nueva/o amante como infeliz dentro de una relación donde no hay comprensión, respeto, tolerancia, solidaridad y amor.  

De este modo su cómplice busca la manera de aumentar el grado de satisfacción, por medio de lo que le han hecho entender que hace falta, que sería todo lo contrario de lo que la persona le ha expresado.

Por otra parte, se usan también técnicas de engaño para conquistar a la persona que le gusta, hablando de una soltería que no existe, a través de máscaras que solo aparecen cuando se desea conquistar o satisfacer los deseos egocéntricos, sexuales y narcisistas.   

Esto quiere decir que la persona de una manera exagerada busca ser el centro de atención en un contexto determinado, por medio de mentiras de su condición laboral, académica, situación sentimental, gustos, hobbies, etc.  

Así mismo otro tipo de personas solo buscan confirmar su belleza o llamar la atención de otros, por medio de la exhibición de sus atributos o de la infidelidad.

Culturalmente se fortalecen este tipo de conductas con relatos que inculcamos desde la infancia, para hacer una diferenciación de fortalezas entre géneros.

Es decir que en ocasiones al hombre a su corta edad se le ha inducido a crear pensamientos que lo diferencien de las mujeres por ejemplo, se les dice que los hombres no lloran, porque deben ser fuertes, y en ocasiones se les reafirma diciendo usted no es una mujer para llorar, etiquetando a las mujeres como débiles, frases que también hacen este tipo de referencias: “ los hombres son unos perros” pero usted que esta leyendo este articulo pregúntese que ocurre si cambiamos la letra O por la A para referirnos a una mujer, posiblemente esta expresión se considera agresiva y humillante. Pero esto solo nos lleva a reafirmar que culturalmente somos culpables de aceptar cierto tipo de ofensas solo por considerar uno más fuerte que otro.

Esto lleva a que dentro de las relaciones de pareja cuando estas conductas se presentan se perdone y en algunas relaciones se normalice, generando que se repitan constantemente y la otra persona solo empezara a tener una actitud defensiva al dolor, y en ciertas familias como hablamos al principio lo harán para no defraudar la promesa hasta que la muerte nos separe.

¿qué hacer para no vivir una infidelidad?

  1. Seamos fieles a nuestra autonomía o independencia, para que esta nos lleve a tener experiencias nuevas que podamos compartir con nuestra pareja, así la imaginación, la creatividad aumentará y la relación se sostendrá por la innovación diaria. 
  2. Conquistemos diariamente a nuestra pareja, como el primer día que la conocimos para que el amor perdure y no llegue al amor vacío.
  3. Si vemos que el respeto en la relación se ha perdido y no puedes ser independiente en ciertos aspectos, no dudes en alejarte y terminar la relación.
  4. Por amor alejémonos de personas que no nos hacen felices y a las que tampoco hacemos felices, esto llevara a que se frene la relación y que solo se viva por compromiso y se termine en la invitación de un tercero en participar en la satisfacción de necesidades que en la relación ya no aparecen.
  5. Dialoga y expresa tus emociones, tus gustos y disgustos  con tu pareja para que la confianza aparezca y no se disuelva con el pasar del tiempo.  

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