Todos nos cuestionamos de qué manera resolver aquellos problemas familiares que nos quitan el sueño.
Por Edwin Camilo Parra – Psicólogo Familiar
La psicología surge debido a la necesidad de encontrar una explicación al comportamiento humano, explicación que se ha tornado bastante compleja, grandes autores durante la historia se han esforzado en lograr postulados que nos solucione estos interrogantes.
Platón desde su perspectiva del alma y del mundo de las ideas, Aristóteles aborda el tema desde la lógica, desde su método inductivo y deductivo, posteriormente aparece el dualismo de Descartes, Kant quien hablaba de como la mente estructura la experiencia, y muchos otros pensadores brindaron bases a los grandes padres de la psicología. Wundt fundador del primer laboratorio de psicología, aportó que la psicología debía ser objetiva y cuantificable, adicionalmente hizo aportes al lenguaje.
Del mismo modo podemos mencionar a Freud, quien guía su teoría sobre los procesos inconscientes e impulsos primitivos del ser humano. Adicionalmente, otros pensadores como Pavlov o Watson quien desde el conductismo postulaba que “su meta teórica es la predicción y el control de la conducta, no reconoce línea divisoria entre hombre y animal.” (Watson 2016 pag 51) y Piaget desde el desarrollo cognitivo de los niños.
“existe una continua interacción dinámica, entre los factores biológicos que determinan la vida del ser humano, con el medio social dentro del cual interactúa”
Así mismo surgieron perspectivas desde lo social y la psicoterapia familiar, Nathan Ackerman como precursora de la teoría familiar de los sistemas: “existe una continua interacción dinámica, entre los factores biológicos que determinan la vida del ser humano, con el medio social dentro del cual interactúa” (Ackerman,1995, pag 15)
Ackerman trabajó con su compañero Gregory Beateson con quien desarrollaron una teoría basada en la comunicación, luego surgirían pensadores como Salvador Minuchin desde la escuela estructural, Michael White junto a David Epston fueron precursores de la escuela narrativa, entre otros pensadores, nos muestran la influencia que tienen las relaciones en el comportamiento humano.
Por lo anterior, la historia nos refleja una necesidad constante de entender nuestro comportamiento, sea con el fin de predecir, controlar o por lograr que los seres humanos aumenten su bienestar y calidad de vida desde una sana salud mental.
Buscando soluciones para los problemas familiares
Al igual que aquellos pensadores a nivel individual o familiar, todos nos cuestionamos de qué manera lograremos disolver aquellos problemas que no nos dejan dormir; algunas dificultades que se desarrollan con nuestras parejas, hijos, padres, hermanos, o familiares que han vuelto a nuestra vida luego de un largo tiempo.
Esto que empezamos a ver como problema en ocasiones son simples síntomas que se reflejan en agresiones verbales, físicas, infidelidades, bajo rendimiento académico, sobreprotecciones, rivalidades entre miembros de la familia, o porque no, en la pérdida del deseo sexual, adicciones o dificultades externas al sistema familiar, como no poderse relacionar con sus pares del colegio, su jefe o simplemente el vecino.
¿Qué hacer cuando esto empieza a pasar? Las familias buscan soluciones pero muchas de estas no son eficaces, ya que la mirada que se desarrolla dentro del sistema se vuelve lineal y las emociones de irritabilidad o tristeza que actúan en el momento, no permiten a las personas lograr un análisis de la relación que tienen con los síntomas y que mantienen el problema.
Por tal motivo es necesario buscar una persona profesional que nos ayude a esclarecer las hipótesis necesarias, para idear estrategias que produzcan cambios oportunos y disuelvan el problema.
Referencias
- Inmaculada Ochoa de Alda (1995) – Enfoques de terapia familiar sistémica. Barcelona: Editorial Herder.
- José Antonio López (2016) – Esquema síntesis Leahey T.H – Historia de la psicología.